¿Cómo combatir el estrés oxidativo?

Estamos rodeados de toxinas, que entran a nuestro organismo a través del aire que respiramos o de los alimentos y bebidas que consumimos. Los conocidos como radicales libres se producen de forma natural en el organismo, aunque pueden existir desequilibrios que pueden derivar en diferentes problemas de salud.

Si quieres saber qué es, cuáles son sus causas y síntomas, además de cómo combatir el estrés oxidativo, quédate con nosotros y descubre todo lo que necesitas saber.

¿Qué es el estrés oxidativo?

El proceso de oxidación es natural y se produce por la acción del oxígeno que entra en nuestro organismo al inhalar y exhalar. Sin embargo, hablamos de estrés oxidativo cuando existe un desequilibrio en la producción de los conocidos como radicales libres.

Cuando el cuerpo no puede neutralizarlos con agentes antioxidantes, los radicales libres se convierten en moléculas inestables que contienen oxígeno y que pueden dañar células, proteínas y ADN, al reaccionar con otras moléculas. 

Este tipo de moléculas se producen de forma natural en nuestro organismo durante procesos metabólicos normales. Sin embargo, algunos factores externos como la contaminación ambiental, el tabaquismo, la radiación solar o una dieta pobre pueden incrementar considerablemente su producción.

Causas del estrés oxidativo

A la hora de buscar formas para combatir el estrés oxidativo es importante saber cuáles pueden ser las causas de su origen a nivel celular.  

Cuando ocurre, este desequilibrio en el organismo puede afectar a la capacidad antioxidante del cuerpo. Lo más común, es que tenga lugar debido a los siguientes factores:

Una dieta pobre en alimentos antioxidantes

Una dieta equilibrada y enfocada, entre otros aspectos, a reducir el estrés oxidativo, debe incluir frutas y verduras, además de frutos secos y bebidas como el té. Para que tus infusiones y tés cuenten con un agua de calidad, recuerda filtrar siempre el agua de tu hogar con productos como nuestro filtro ecológico para grifo o nuestra jarra alcalinizadora ionizadora.

Por otro lado, es aconsejable evitar el consumo de carnes rojas y de bollería industrial, ya que pueden acelerar la producción de los radicales libres.

Malos hábitos 

Consumir tabaco y alcohol pueden acelerar el proceso de oxidación celular, provocando la formación de un mayor número de radicales libres.

Realización de ejercicio físico de alta intensidad 

El ejercicio físico intenso hace que el organismo necesite más energía, lo que afecta directamente a la oxidación de las células. Para disminuir este problema, después de las sesiones de entrenamiento puedes consumir bebidas ricas en electrolitos, ya que ayudan a equilibrar el organismo y a calmar los nervios y los músculos.

Contaminación ambiental del entorno

Sobre el estrés oxidativo tiene una gran influencia el entorno. La contaminación ambiental es uno de sus grandes causantes y, seguramente, uno de los aspectos más complicados a la hora de combatir el estrés oxidativo.

Síntomas del estrés oxidativo

Todos los factores anteriores pueden derivar en el incremento de radicales libres en el organismo. ¿Cómo es posible saber si estás sufriendo esta afección? El estrés oxidativo se puede hacer notorio por una serie de síntomas, como:

• Envejecimiento prematuro de la piel. Una de las partes del cuerpo donde más se hace evidente la presencia de radicales libres en el organismo es la piel. Al atacar directamente al colágeno y a la elastina, provocan un envejecimiento prematuro que se traduce en la aparición de arrugas y en un tono apagado.
• Pérdida de fuerza muscular y cambios en la tensión arterial. Se puede evidenciar por arritmias y en que las actividades del día a día demandan un esfuerzo mayor.
• Problemas neurológicos. Pueden ir desde problemas leves de memoria y de claridad mental hasta casos más graves como Parkinson. 
• Dificultades en la movilidad. Las articulaciones se notan pesadas y los movimientos sencillos se hacen cada vez más complicados.
• Enfermedades renales. Son frecuentes la formación de cicatrices en el tejido renal, que pueden derivar con el paso del tiempo en fallos renales.

Otras enfermedades que puede provocar el estrés oxidativo son asma, inflamación crónica o artritis, entre otras.

Cómo prevenir el estrés oxidativo

Combatir el estrés oxidativo es sencillo, y es que se trata de adoptar una serie de hábitos saludables para que la producción de radicales libres se equilibre. Entre ellos, podemos destacar:

• Seguir una dieta saludable. Tener una dieta variada y equilibrada es esencial para disfrutar de una buena salud, así como para evitar la aparición de radicales libres. Las frutas y verduras son clave, pero también cualquier alimento rico en antioxidantes, como las espinacas, las naranjas, los frutos rojos o los tomates.
• No consumir alcohol o tabaco. Incrementan la producción de radicales libres en el organismo.
• Hacer ejercicio regularmente. Siempre con rutinas no demasiado exigentes, ya que puede resultar contraproducente.
• Evitar exposiciones prolongadas al sol. En caso de hacerlo, evitar las horas donde los rayos del sol sean más intensos y usar siempre protección solar, tanto en verano como en los meses de menos calor.
• Reducir en la medida de lo posible la exposición a ambientes contaminados o al humo del tabaco.

Estos consejos para combatir el estrés oxidativo pueden ser muy útiles en el día a día, y es que a todos nos gusta gozar de una salud envidiable. Con unos hábitos saludables, como seguir una dieta variada y rica en frutas y verduras o hacer algo de ejercicio de forma regular, se puede conseguir mejorar el equilibrio en la producción de radicales libres. ¿Te animas a probarlo?

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